Natación, una herramienta para el crecimiento emocional de los pequeños
Nuestro trabajo debe ser de una delicadeza extrema, cuando tratamos con niños pequeños, debemos saber que para ellos somos omnipotentes, por tanto debemos estar en permanente auto observación y autorregulación para no irrespetar los proceso de cada niño o invadir su mundo. El niño nos es entregado desde el abrazo amor materno-paterno y debemos hacer el máximo para que nos acepte en su mundo.
Los pequeños se niegan a hacer nada por imposición, de manera que tenemos que desarrollar habilidades de empatía para poder llevarlos por el camino de seguridad necesario para que acepte los retos que estar en el agua les propone.
De ese caminar se trata nuestro trabajo, el desarrollo de las habilidades motrices en el agua, la sobrevivencia que es nuestro más urgente objetivo no es más que una consecuencia de ese lazo de amistad y confianza que debemos crear con ellos.
Por tanto, cuando mas difícil sea establecer esta relación, mas deberemos acudir a toda nuestra capacidad de juego y creatividad, para hacer que esto suceda, sin este primer paso , no tendremos su confianza y respeto y todo lo que se haga a partir de eso será sin duda una serie de errores. Nuestra mejor guía será EL AMOR Y LA CONFIANZA.
Alicia Cavallero