Y lo pongo asi… en oposicion, porque no hay manera de reunir estos opuestos, se separan como el agua del aceite. a continuaciòn explicarè mis razones .
Siguiendo esta linea de pensamiento… y revisando el libro del Dr Masaru Emoto «El poder curativo del agua» encuentro otro tema que es de mucha importancia en relaciòn al agua.
El demuestra cientificamente que el agua (que es un organismo vivo) responde a los estimulos (musica, palabras significativas,meditacion,etc) organizando o desorganizando sus moleculas, tanto del agua externa como de la que tenemos componiendo el 70 % de nuestro cuerpo.
Cuando las moleculas se someten a la influencia cercana de aparatos electronicos que emiten «ondas»,como son los celulares , hornos microhondas etc…las moleculas de agua se desorganizan.
Ademas del «efecto» de esas ondas en la persona y su entorno, se genera un preocupante desvìo de la atenciòn del padre o la madre de su niño ,cuyos pequeños y progresivos logros no son percibidos.
Estos tiempos de desarrollo tecnològico llevan a las personas a la utilizaciòn casi obsesiva de aparatos telefònicos celulares, o al menos la existencia de ellos pone en evidencia nuestra condicion ausente y lejana de nosotros mismos, de nuestra vida.
En las clases de nataciòn, si hay veinte personas esperando a sus hijos, al menos el 50 por ciento esta hablando, o mensajeando por su celular.
Los hombres en general hablan, pero las mujeres pasan muchìsimo tiempo «conversando» vìa mensajes.
Entonces, los «expertos» diagnostican en los niños deficit de atencion, y creemos que tenemos que someterlos a la tortura de diversas terapias y medicamentos, cuando en realidad lo que tenemos que ver es que sucede con nuestra propia «atencion».
Asi sucede que se convierten en «hipeactivos» o diagnosticados con «deficit atencional», cuando en realidad quizàs todo eso acabarìa solo «dàndoles toda la atenciòn que merecen y necesitan»
Un dia…el niño ya logra atravesar la piscina o simplemente sobrevivir y disfrutar en el agua, y el «objetivo»està cumplido, pero nos habremos «perdido», el maravilloso proceso de autotrasformacion de nuestro hijo.
En funciòn de eso… solo como un pedido, sugerimos dejar los celulares y nuestras mentes en silencio, estemos «atentos» a nuestros pequeños para quienes nuestra atenciòn es imprescindible.
El axioma espiritual que dice que «se agranda y amplifica aquello donde se posa nuestra atenciòn», es una verdad incontestable en este caso.