Entre el agua y la vida hay muchas cosas en común

Es tan simple el principio del watsu, que parece que hubieramos inventado «el agua tibia».

El cuerpo sostenido y movilizado, lleva a la profunda vivencia del sostenimiento del agua (flotación), sin esfuerzo, sin intención…

Eso hace que niño o adulto comprenda ,sin  mente de por medio, que en el agua ( así como en la vida) no necesitamos de ningún esfuerzo, de ninguna tensión.

Que  flotar se produce mas allá de nuestra intención, solo sucede. Así como vivir …sucede mas allá de nuestra necesidad de control y seguridad.

Allí llegamos a la palabra «miedo».El miedo no nos permite flotar, no nos permite fluir.

«Soltar» el miedo en el agua es poder flotar, soltar el miedo en la vida es poder fluir…

Entonces, fluir en el agua trae una enseñanza que trasciende la mera actividad física, lleva a la persona a la dimensión del «buen vivir».